«La paradoja del envejecimiento»

Las Mujeres 5.0 abrimos caminos pero las mujeres 50+50 directamente disfrutan de sus logros y nos muestran que la vida con actitud, hace milagros.

Recientemente me llegó esta historia que compartiré con ustedes. La llamaremos el Huracán Hazel.

Hazel McCallion nació en 1921 y hoy tiene 101 años. A esta edad, lo esperable es creer que la mujer lleva jubilada unos cuantos años, pero la realidad en este caso es muy diferente. McCallion ha renovado su puesto en el aeropuerto de Lester B. Pearson, el más transitado de Canadá. Si, como leyeron “HA RENOVADO SU PUESTO”. ¿Quién iba a creer que alguien de 101 años renovara su puesto?

Conocida como el ‘Huracán Hazel’, la mujer seguirá formando parte del consejo de administración de la Autoridad Aeroportuaria del Gran Toronto, su tarea es la de gestionar el aeropuerto desde 2017. Además y como si fuera poco, también es representante del Gobierno federal.

El currículum de Hazel no se queda ahí y continúa sorprendiendo: fue durante 40 años la alcaldesa de Mississauga, el municipio más rico de Toronto. 

Este huracán asombroso y admirable viene rompiendo esquemas desde chica

Se ve que este huracán asombroso y admirable viene rompiendo esquemas desde chica.  Durante su juventud McCallion fue jugadora de hockey profesional. En esos años, la mujer se ganó el apodo de ‘Huracán’, por su rapidez y contundencia a la hora de jugar.

A lo 94 años quiso jubilarse

Al cumplir 94 años, Hazel quiso dejar de trabajar como asesora del primer ministro de Ontario, pero pronto volvió a las andadas y fue nombrada directora del consejo de administración de la Autoridad Portuaria del Gran Toronto. 

El primer ministro,durante la presentación de una exposición dedicada a Hazel, dijo lo siguiente:  «McCallion es un icono de la cultura y la sociedad canadienses, además de una enciclopedia política del país», Ahora, la mujer ha renovado su cargo durante otros tres años, lo que significa que seguirá trabajando hasta los 104 años.

Renovar su cargo y por 3 años más a los 101 años en algo que no tiene precedentes. Que nos llena de admiración y esperanzas.

Pero la pregunta es:

¿Qué tienen en común las personas que viven 100 años?

Si nos preguntáramos en qué coinciden aquellas personas que llegan a vivir cerca de 100 años, seguramente pensaríamos que todos ellos siguen una dieta saludable y hacen ejercicio con regularidad.

Pero un estudio recién publicado en la revista especializada International Psychogeriatrics recoge una serie de características comunes más sorprendentes, entre ellas la “testarudez”, si si…lo que estás leyendo y te lo repito: La Testarudez.

La investigación fue llevada a cabo por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Diego y la Universidad de Roma La Sapienza. Allí analizaron la salud física y mental de 19 habitantes de entre 90 y 101 años de Cilento, una subregión del sur de Italia conocida por la longevidad de sus vecinos.

Una de las características más sorprendente de las personas que viven 100 años es la testarudez

Los participantes tuvieron que rellenar una serie de cuestionarios estandarizados y fueron sometidos a largas entrevistas en las que se conversó sobre migración, eventos traumáticos y creencias.

Los expertos también preguntaron a varios familiares de estos, de entre 51 y 75 años, sobre los rasgos de personalidad de los participantes.

Estos los describieron como dominantes y testarudos. Descubrieron también en dichos nonagenarios, características como la resiliencia y la capacidad de adaptación ante los cambios, según se lee en el estudio.

«Los cambios traen vida»

Y es así, la adaptación trae vida, las salida de cierto nivel de confort rejuvenece y refuerza las actitudes frente a la vida. Estos queridos longevos pasaron por depresiones, tuvieron que migrar, perdieron a sus seres queridos«. Para poder seguir adelante, tuvieron que aceptar y recuperarse de aquello que no pudieron cambiar, pero también luchar por lo que sí podían», se añade en el estudio.

Comparten, además, una mirada positiva, una fuerte ética de trabajo y vínculos estrechos con la familia, la religión y el campo.

«Siempre pienso lo mejor. Siempre hay una solución. Es lo que me enseñó mi padre: haz frente a las dificultades y espera lo mejor», dijo uno de ellos durante una de las entrevistas, tal como se señala en el documento.

La mayoría de los que participaron en el estudio siguen siendo activos, hacen trabajos regularmente en sus casas y continúan labrando la tierra.

La paradoja del envejecimiento

Los más mayores del pueblo, en comparación a los más jóvenes poseían más bienestar mental y obtuvieron mejores resultados en cuanto a confianza en ellos mismos y habilidades para la toma de decisiones.

Lo denominan «la paradoja del envejecimiento».

Esto es, a pesar de que se deteriore la salud física, la calidad de la mental sigue siendo alta.

«Vimos que cuestiones como la felicidad o la satisfacción con la vida aumentaron, mientras los niveles de estrés y depresión se redujeron», explica el director del estudio.

«Es lo opuesto a lo que uno esperaría con la edad, pero esto demuestra que al envejecer no todo es miseria y desolación».

En ese sentido, uno de los participantes aseguró que no sabe «qué es el estrés». «La vida es lo que es y hay que hacerle frente siempre».

Y otro aseguraba: «Tengo que decirlo. Me siento más joven ahora que cuando era joven».

Esta es la primera vez que se aborda los rasgos de personalidad y la salud mental de los más longevos, en vez de solo en la alimentación y en la actividad física.

Resumiendo para mis queridas Mujeres 5.0, tenemos un gran camino por delante, ya hay mujeres que llegaron a ese supuesto final de la vida y lo traspasaron, pero desde la alegría, el bienestar, las buena fe, la adaptación fuera del lugar de confort.

Mujeres fuertes, vivaces, teztarudas pero sobre todo alegres, dicharacheras, un poco locas, pero llenas de vida al fin.

Son nuestro ejemplo….allá vamos!