Pongamos las arrugas de moda
Muchas veces nos preguntamos qué sucede con las tendencias de la moda en relación a las Mujeres 5.0. La pequeña historia que les cuento ahora, comenzó hace unos años, cuando una mujer entró en el salón de belleza del colorista Jack Martin, ubicado en Tustin, California y le dijo que se había teñido su cabello a un tono marrón, sola en su casa cada tres o cuatro semanas durante años y que ya no lo soportaba más.
Ella estaba cansada de esta rutina, no se quería preocupar más por tener que teñirse el color de su cabello en forma tan frecuente. Jack aceptó el reto e inmediatamente comenzó a pensar en ideas para solucionar lo que su clienta le pedía.
Finalmente, ambos decidieron que le teñiría el cabello color plata, lo que le daría un tono gris natural un poco más brillante y le permitiría a la mujer tener un look más permanente.
Cuando Martin terminó el trabajo, la clienta se encontraba encantada con el resultado. Jack decidió compartir su transformación en las redes sociales, se volvió viral y atrajo a decenas de nuevas clientas al salón de belleza. Tanto es así que la misma Jane Fonda le pidió un cambio de look para lucir en la entrega de los premios Oscar.
La libertad que acompaña un cambio de estilo tan sorprendente es realmente atractiva, sin mencionar todas las emociones que despiertan al lucir el cabello gris natural.
En palabras del mismo colorista Jack Martin: «Hemos dañado mucho el cabello. Lo hemos pintado mucho. Hemos envenenado nuestra piel desde hace años. Ahora, regresemos a lo natural. ¿Por qué no?»
El proceso para lograr este gran cambio comienza con el uso de un extractor de color para eliminar cualquier matiz artificial restante. Luego, mientras se conservan las raíces grises, se blanquea el resto de la cabellera para prepararla hacia el nuevo color plateado. Se basa este nuevo color en el patrón gris natural del cabello. Los mejores resultados se dan cuando las clientas van con algunos centímetros de sus raíces grises crecidas para que el colorista pueda analizar la coloración natural de su cabello.
Y así, unas siete a diez horas después, las clientas abandonan la peluquería disfrutando de la combinación de su tono natural y sabiendo que ahora deben mantenerlo cada seis meses.
La libertad que acompaña un cambio de estilo tan sorprendente es realmente atractiva.
Lo importante de esta historia radica en que se están poniendo de moda las canas, quizás no son las naturales que vienen con la edad pero por algo empezamos, ¿o no?
Si queremos modificar, cambiar o directamente deconstruir la imagen de la mujer de cincuenta años que todos tienen, hay que romper con ciertos estereotipos sociales.
La estrategia se basa en revisar los conceptos con que se formó esa imagen con la intención de descubrir el proceso histórico y cultural que subyace a ellos.
El diario La Nación online compartió una nota de la Revista Hola que se titula “Fabulosas cincuenteañeras. Las superpoderosas que cumplen medio siglo”, en la cual grandes personalidades femeninas de cincuenta años (desde actrices de Hollywood hasta la tenista Gabriela Sabatini, como también Rania de Jordania o Melania Trump entre otras) revelan sus secretos para sentirse y verse espléndidas. Como si esa fuera la única manera de ser fantásticas a los cincuenta, mostrando un modelo de mujer que podrá estar bien o mal pero lo que es seguro es que no es el único.
El mandato de verse súperpoderosa
Muchas veces el mandato social relaciona lo maravillosa que es nuestra etapa, con que podamos vernos como una chica de veinte años, superpoderosa, hermosa, brillante, excelente físicamente, sin arrugas y con la explícita negación del paso del tiempo.
Por ejemplo, tomemos el afamado caso de la actriz, cantante, bailarina estadounidense Jennifer López. La artista derriba todos los arquetipos sobre cómo debe actuar y vestirse una mujer al llegar a nuestra edad, pero también establece un punto de inflexión sobre el aspecto femenino en la madurez.
Recordemos el febrero del 2020, Jennifer López y Shakira desplegaron toda su artillería para brillar en el Super Bowl, el evento de mayor magnitud al que puede aspirar cualquier artista en el mundo y con una audiencia de más de 100 millones de personas.
Todas vimos a una Jennifer López exultante a sus cincuenta años, que cotiza al alza en el mercadeo de Me Gusta de las redes sociales. Por fortuna, las mujeres ya no lucen como supuestamente nos vendían que tenían que ser hace muchos años, nuestra imagen ha cambiado a la vista del mundo.
El fenómeno del prodigioso medio siglo de Jennifer López se ha convertido en un género en sí mismo durante los últimos meses. Se ha destacado de forma noticiosa, en todos los medios, la espléndida conjugación de su edad y su aspecto físico.
Muchas veces el mandato social relaciona lo maravillosa que es nuestra etapa, con que podamos vernos como una chica de veinte años.
Un artículo en The New York Times a propósito del huracán López en el Super Bowl dice: «No se había visto tanta excitación por una mujer haciendo alarde de su edad desde que Keanu Reeves llevase a Alexandra Grant, una mujer de melena plateada de cuarenta y seis años, a la gala de Los Angeles Museum of Art el pasado mes de noviembre. El show representó un alegato para derribar arquetipos edadistas: El efecto total de J. Lo fue un tanto hipnótico, una demostración directa de una mujer que se glorifica en su propio físico y un desafío a cualquiera que pueda emitir un juicio basado en un número».
Los estereotipos
Nuestra propuesta como Mujeres 5.0, para empezar, es decirle adiós a los estereotipos.
Se conoce con el nombre de estereotipo a la percepción exagerada y con pocos detalles, simplificada, que se tiene sobre una persona o grupo de personas que comparten ciertas características, cualidades y habilidades, que busca justificar o racionalizar una cierta conducta en relación a determinada categoría social.
Los estereotipos son basados en prejuicios que la sociedad establece según su ideología de modelo a seguir, ya sea en conductas o características físicas y van cambiando con el paso del tiempo. El término se usa a menudo en un sentido negativo, considerándose que los estereotipos son creencias ilógicas que limitan la creatividad y que sólo se pueden cambiar mediante la reflexión personal sobre el tema.
Un estudio realizado en España, dice que la esperanza de vida de las mujeres españolas es de ochenta y cinco años y crecerá hasta los ochenta y siete años en 2031. Por eso, ser mayor ya no es sinónimo de ser viejo y no tener expectativas. Hoy las mujeres españolas de mediana edad son activas, atractivas y están en su mejor momento.
¿La edad es eso que año tras año marca un número cada cumpleaños o la edad es como uno se siente? Es innegable que en las últimas décadas el concepto de envejecimiento se ha redefinido. No solo la esperanza de vida aumenta progresivamente sino que los nuevos hábitos de vida, la tecnología, la formación y, especialmente, la emancipación de la mujer han cambiado la mentalidad y la realidad. Podríamos afirmar que los nuevos cincuenta son los cuarenta e incluso los treinta de antes.
El mundo está viviendo una auténtica revolución demográfica, y todas vemos la cantidad de cambios que se vienen produciendo día a día. Las personas mayores de cincuenta años son la fuerza activa de la sociedad, no solo en el cuidado y sostenimiento de la familia que ha aflorado con fuerza durante la crisis, sino también como un importante capital laboral.
En las últimas décadas el concepto de envejecimiento se ha redefinido.
Sin embargo, todas sabemos que los estereotipos siguen persiguiendo a las mujeres. El ocaso de la fertilidad y la barrera psicológica del medio siglo nos llevan a mirar un declive, sin contemplación a pesar de que la realidad, tozuda, nos demuestra que ya no se cumplen. En general, cuando se le pregunta a una mujer de hoy a qué edad consideran que una persona «es mayor», la gran mayoría (el 65%) declara que al superar los 70 años y un 27% con más de 60. Tan solo el 2% de las mujeres responde que una persona es mayor al superar los 40. La expectativa de vida se alargó y eso está claro para todas.
Ahora bien, nosotras, las Mujeres 5.0 somos independientes, nos sentimos a gusto con nosotras mismas, disfrutamos más del tiempo libre, leemos o vamos al cine, hacemos deporte, nos cuidamos lo más que podemos, ya no sentimos tanto la carga de las responsabilidades familiares y los niños chicos, aprendemos todo lo nuevo incluso a utilizar la tecnología y somos activas en el día a día. Según una estadística española, seis de cada diez españolas de más de cincuenta años consideran que están en el mejor momento de su vida. Y estoy segura que si pudiéramos ampliar esta encuesta en nuestra sociedad daría un valor similar, porque lo vemos todo el tiempo entre nuestras pares. Por lo cual estamos más que preparadas para derribar todo tipo de estereotipos que nos marginen, nos lleven a exigencias físicas y de cánones de belleza….imposibles de cumplir.
Si nos fijamos en el ícono estadounidense Madonna, veremos que ella también ha criticado los modelos estrictos que existen en la sociedad sobre los años en la mujer. Cuando cumplió sus cincuenta, expresó: «La sociedad no sólo sufre el racismo y el sexismo, sino que también sufre de discriminación por razones de edad. Una vez que se llega a cierta edad no está permitido ser aventurero ni tener vida sexual».
A la par que escribía este capítulo, salió en el diario Página 12 un interesante artículo sobre la vejez escrito por Sonia Santoro. Resulta muy atractivo pensar cómo el concepto mismo de la vejez va cambiando, nosotras ya lo estamos viendo desde otro lugar, con otra mirada. La vejez no es la acumulación de años, es la oportunidad de ejercer un estado de sensibilidad distinta, de encuentro y apaciguamiento con el otro.
Seis de cada diez españolas de más de cincuenta años consideran que están en el mejor momento de su vida.
Volvemos a preguntarnos ¿viejas para qué, para quiénes? ¿Por qué decirle a una mujer de cincuenta la famosa expresión de sorpresa ¡Ah no se te nota!? ¿Es un cumplido? Entonces, la experiencia transitada pierde valor frente a la potencia de la imagen. El desafío sigue siendo cómo se puede hablar de belleza para mujeres más grandes sin decir parecés más joven. Las Mujeres 5.0 pueden vestirse cómo quieran y cuándo quieran, no se encuentran atadas a las etiquetas que da la sociedad. Nuestros ancestros sí valoraban el paso del tiempo como sabiduría y experiencia y no como un fuera de acción.
Siguiendo a la escritora y filósofa francesa Simone de Beauvoir, planteamos que para las mujeres el ser también es el parecer o el aparecer en la vejez. En esta línea, muchos grupos feministas hablan de la necesidad de hacer visibles a las mujeres.
Algunas marcas de belleza como Natura, tomaron nota de los nuevos tiempos. Su campaña de la crema Chronos marca un cambio respeto a la de otras cremas antiarrugas donde el objetivo sigue siendo que te veas más joven en vez de aceptar y disfrutar de tu edad. En el video se escucha una voz en off que repite en cada caso: Estás vieja para eso. Pero la pregunta es: ¿Vieja para qué?, mientras muestra escenas con mujeres de diferentes edades con cuerpos parecidos al nuestro, mujeres comunes que han tomado decisiones en la vida, cambiando la carrera, probando una aplicación de citas, o una pareja de viejos besándose en un ascensor y otros desnudos en una cama. ¿Vieja para ser vos? ¿Quién define que estás vieja para ser vos misma? Y remata: Lo viejo es el prejuicio.
Entonces, les repito que nuestra propuesta es digámosle adiós a los estereotipos.
Otra campaña publicitaria interesante viene de la mano de la línea de productos de cuidado personal Dove, que derriba los estereotipos de belleza. Volvamos a aprender es el lema de esta campaña, en la cual, la marca decidió celebrar la diversidad de esta nueva era, marcada por el deseo, la autenticidad y la superación de antiguos mandatos.
En efecto, Dove se propuso trabajar a favor de la belleza real de la mujer, esa que rompe con cualquier mandato heredado y prioriza la libre elección y el deseo sin importar la edad, el color, la forma o identidad sexual que tengan.
El slogan que emplearon fue: «Llegó el momento de escuchar tu propia voz». Y su Brand Manager, Pura García Podestá, comentó: «Dove comprende que el mundo está cambiando y la interpretación de la belleza también. En ese contexto creamos esta campaña que invita a todas las mujeres a redescubrirse y a elegir quién tengan ganas de ser, que se vistan como quieran y que usen el pelo corto, largo, rosa o verde sin importar su edad o su cuerpo. La única regla es ser una misma porque en esa autenticidad está la belleza real, única e irrepetible».
Y para finalizar, les dejo una pregunta: «¿La verdadera belleza, es externa o interna?»
Este artículo lo podés encontrar y leer en forma completa en el libro” Mujeres 5.0, no somos una menopausia” Ed. Lugar. Autora: Lic. Daniela Rago.