Lanaterapia: los increíbles beneficios de tejer

Antes cuando hablábamos de tejer, enseguida pensábamos en nuestras abuelas, o en las típicas películas de abuelitas tejiendo en la silla mecedora.

Que quede claro: La lanaterapia ya no es solo “cosa de abuelas”.

Muchas mujeres mayores tenían por costumbre tejer para realizar prendas de ropa para sus familiares y al mismo tiempo entretenerse desarrollando diferentes proyectos, durante muchos años se consideró que esta actividad era solo para adultos mayores. Pero con el paso del tiempo esta percepción cambió.

Ahora, por suerte, tejer no se relaciona con ninguna edad, es para todas las edades. Muchas Mujeres 5.0 recuerdan sus tejidos en las clases prácticas de arte y labores, en el colegio.

En tiempos tan difíciles, llenos de tenciones, de mujeres multitasking, de presiones cotidianas, de rutinas que no dan tiempo a la recreación…el acto de tejer es mirado como una inmensa posibilidad de bienestar.

A día de hoy, tejer se ha convertido en todo un fenómeno social del que podemos obtener grandes beneficios para nuestra salud física y mental.

A la lanaterapia se la relaciona con el mindfulness.

La lanaterapia consiste en la acción de tejer como medida terapéutica. Puede realizarla cualquier tipo de persona, edad y género que esté interesada en ponerla en práctica cuando lo necesite y desee.

Esto es fundamental, las personas que han probado la lanaterapia coinciden en que resulta útil para aquietar la mente, así como también ordenar ideas y pensamientos y por ende un lento pero seguro estado de paz.

Pero vayamos de a poco. Se relaciona a la lanaterapia con el mindfulness: práctica milenaria que consiste en estar presente, la idea es que puedas a través de distintas técnicas, entrar en un estado de atención consciente al momento o experiencia en que estamos viviendo. También se lo llama atención plena.

Es por eso que muchas personas se han permitido apreciar actividades que, además de ofrecerles un pasatiempo o una distracción momentánea, les ayudan a calmarse, ordenar sus ideas, pensamientos y emociones, y también ejercitar su cerebro, estar en el aquí y ahora, en un presente sin mirar en futuro ( ansiedad ) ni quedarnos en el pasado ( depresión). De ahí que se relaciones el acto de tejer con el mindfulness.

Quienes aún no la ha practicado pueden percibirla como una actividad sencilla, sin embargo, presenta diferentes grados de dificultad, lo que es muy conveniente a la hora de mejorar habilidades, ofrece distintas rutinas a realizar y crear que favorecen diversos procesos cognitivos y ofrece varios beneficios, como ahora veremos.

La lanoterapia ofrece distintas rutinas a realizar y crear que favorecen diversos procesos cognitivos.

Hoy más que nunca muchas personas reconocen necesitar hacer una pausa en su rutina, tomarse un momento y descanso para sí mismas y de sí mismas; desconectar del mundo del multitasking y las distracciones. En estos casos, las actividades como la de tejer son de una verdadera y gran ayuda. Por ello, ya es cada vez más frecuente ver personas de cualquier edad aprendiendo a hacerlo.

Más allá de la acción de tejer y obtener una prenda determinada, esta hermosa actividad ofrece un gran momento en el que no se piensa en nada más que en lo que se está haciendo. Esto, sin duda, es lo que permite obtener varios beneficios.

Repetimos y sostenemos: Uno de los principales motivos por los que tejer se convirtió en una forma de terapia es que, a medida que se desarrolla la actividad, las personas aprenden a centrar su atención en el momento presente, de manera muy similar al yoga, el mindfulness y la meditación.

Beneficios de la lanaterapia

En el acto de tejer, tus ojos deben estar muy atentos y ver cómo pasan las agujas a través de la lana para ir reproduciendo un patrón que elegiste previamente y tus manos deben sujetar tanto las agujas como la lana, así como moverse a un ritmo y manera determinados. Todo esto podría parecer un proceso simple, pero no lo es. En realidad, constituye un ejercicio para la mente, tan completo como jugar ajedrez, tocar un instrumento o escribir. ¿Increíble no?

Un ejercicio para la mente, tan completo como jugar ajedrez, tocar un instrumento o escribir.

Por Daniela Rago

24 de junio de 2022

Antes cuando hablábamos de tejer, enseguida pensábamos en nuestras abuelas, o en las típicas películas de abuelitas tejiendo en la silla mecedora.

Que quede claro: La lanaterapia ya no es solo “cosa de abuelas”.

Muchas mujeres mayores tenían por costumbre tejer para realizar prendas de ropa para sus familiares y al mismo tiempo entretenerse desarrollando diferentes proyectos, durante muchos años se consideró que esta actividad era solo para adultos mayores. Pero con el paso del tiempo esta percepción cambió.

Ahora, por suerte, tejer no se relaciona con ninguna edad, es para todas las edades. Muchas Mujeres 5.0 recuerdan sus tejidos en las clases prácticas de arte y labores, en el colegio.

En tiempos tan difíciles, llenos de tenciones, de mujeres multitasking, de presiones cotidianas, de rutinas que no dan tiempo a la recreación…el acto de tejer es mirado como una inmensa posibilidad de bienestar.

A día de hoy, tejer se ha convertido en todo un fenómeno social del que podemos obtener grandes beneficios para nuestra salud física y mental.

A la lanaterapia se la relaciona con el mindfulness.

La lanaterapia consiste en la acción de tejer como medida terapéutica. Puede realizarla cualquier tipo de persona, edad y género que esté interesada en ponerla en práctica cuando lo necesite y desee.

Esto es fundamental, las personas que han probado la lanaterapia coinciden en que resulta útil para aquietar la mente, así como también ordenar ideas y pensamientos y por ende un lento pero seguro estado de paz.

Pero vayamos de a poco. Se relaciona a la lanaterapia con el mindfulness: práctica milenaria que consiste en estar presente, la idea es que puedas a través de distintas técnicas, entrar en un estado de atención consciente al momento o experiencia en que estamos viviendo. También se lo llama atención plena.

Es por eso que muchas personas se han permitido apreciar actividades que, además de ofrecerles un pasatiempo o una distracción momentánea, les ayudan a calmarse, ordenar sus ideas, pensamientos y emociones, y también ejercitar su cerebro, estar en el aquí y ahora, en un presente sin mirar en futuro ( ansiedad ) ni quedarnos en el pasado ( depresión). De ahí que se relaciones el acto de tejer con el mindfulness.

Quienes aún no la ha practicado pueden percibirla como una actividad sencilla, sin embargo, presenta diferentes grados de dificultad, lo que es muy conveniente a la hora de mejorar habilidades, ofrece distintas rutinas a realizar y crear que favorecen diversos procesos cognitivos y ofrece varios beneficios, como ahora veremos.

La lanoterapia ofrece distintas rutinas a realizar y crear que favorecen diversos procesos cognitivos.

Hoy más que nunca muchas personas reconocen necesitar hacer una pausa en su rutina, tomarse un momento y descanso para sí mismas y de sí mismas; desconectar del mundo del multitasking y las distracciones. En estos casos, las actividades como la de tejer son de una verdadera y gran ayuda. Por ello, ya es cada vez más frecuente ver personas de cualquier edad aprendiendo a hacerlo.

Más allá de la acción de tejer y obtener una prenda determinada, esta hermosa actividad ofrece un gran momento en el que no se piensa en nada más que en lo que se está haciendo. Esto, sin duda, es lo que permite obtener varios beneficios.

Repetimos y sostenemos: Uno de los principales motivos por los que tejer se convirtió en una forma de terapia es que, a medida que se desarrolla la actividad, las personas aprenden a centrar su atención en el momento presente, de manera muy similar al yoga, el mindfulness y la meditación.

Beneficios de la lanaterapia

En el acto de tejer, tus ojos deben estar muy atentos y ver cómo pasan las agujas a través de la lana para ir reproduciendo un patrón que elegiste previamente y tus manos deben sujetar tanto las agujas como la lana, así como moverse a un ritmo y manera determinados. Todo esto podría parecer un proceso simple, pero no lo es. En realidad, constituye un ejercicio para la mente, tan completo como jugar ajedrez, tocar un instrumento o escribir. ¿Increíble no?

Un ejercicio para la mente, tan completo como jugar ajedrez, tocar un instrumento o escribir.

Tejer permite ejercitar las manos, pero también estimula la capacidad de aprendizaje y memoria, fomenta la concentración y la creatividad. Además, promueve emociones positivas y reconfortantes.

La Lanaterapia ha demostrado ser muy útil para una cantidad increíble de beneficios:

  • Liberar tensión
  • Cultivar la paciencia
  • Promover el bienestar general
  • Aumentar la autoestima
  • Fomentar la creatividad
  • Bajar la presión arterial
  • Fomentar la concentración
  • Reducir el estrés y la ansiedad
  • Mitigar la sensación de soledad
  • Distraer la mente en caso de sufrir dolor crónico
  • Reducir el riesgo de sufrir depresión y demencia.

En vista de todo lo anterior, podemos ver cuando se presta atención a detalles como el patrón que se sigue, el color y textura de la lana y las agujas, el roce de los materiales sobre la piel de las manos, la forma que va tomando la prenda, etc., poco a poco la mente deja de irse hacia el pasado o el futuro y se queda en el presente. Esto es lo que permite liberar tensión, tanto física como mental, entrar en calma y experimentar sensaciones gratificantes.

  • Los beneficios de la lanaterapia se pueden apreciar, sobre todo, a mediano y largo plazo, una vez que ya se ha adquirido el hábito de tejer. Por ello es conveniente aprovecharla con cierta regularidad, en la medida de lo posible.
  • Una de sus grandes ventajas de tejer es que puede practicarse en cualquier momento y lugar. Lo único que necesitarás será un par de agujas, lana y un punto donde sentarte cómodamente.

Si recién comenzás te recomiendo ir de a poco, con patrones simples y repetitivos para que tu mente se relaje y trabaje frente a una leve dificultad. Cuando quieras avanzar hoy en día encontrarás miles de tutoriales en línea con los que seguir dando tus primeros pasos, pero si lo deseas, también puedes pedirle a un familiar a nuestras famosas abuelas y por qué no a otras Mujeres 5.0 que ya iniciaron el camino de la Lanaterapia. Otra opción puede ser la de inscribirte en un curso para aprender, compartir con otras personas e intercambiar experiencias, consejos e ideas, así como también idear proyectos colectivos. Las donaciones de mantas y con estos fríos están a la orden del día.

Por eso, si necesitás hacer una pausa y/o descanso de tu rutina, reconectar con tu interior y recuperar la calma, comenzá ya mismo con la lanaterapia. Ya desde momento de elegir la lana, sus grosores, texturas y colores hasta el número de las agujas se nos abre un abanico de posibilidades que nos ayudan a descentrarnos de los problemas cotidianos.

Tejé tu paz interior punto por punto, y como bien decían nuestras abuelas: ¡no dejes puntada sin hilo!