COLUMNA MDZ: Día de los exnovios: ¿las redes sociales permiten realizar el duelo?
Es una decisión dolorosa, en muchos casos acertada, y suele requerir de un duelo posterior: el terminar con una pareja representa un quiebre que luego puede estar acompañado por tristeza, enojo o, en algunos casos, algo de indiferencia. No obstante, con la llegada de las redes sociales, el contacto de manera inmediata con cualquier persona está a unos pocos clics, por lo que puede presentarse como un desafío o incluso otra forma de cerrar esta etapa.
Cada 14 de abril, dos meses después del Día de San Valentín, se celebra su opuesto: el Día de la expareja, y está fuertemente marcado por este proceso de sanación, que depende de cada persona. Siddharta Gautama, maestro fundador del budismo, fue quien aseguró que «el dolor es inevitable, pero el sufrimiento optativo», una mirada que al día de hoy sigue siendo tomada en cuenta por tanatólogos y demás especialistas al momento de abarcar este tema.
Hay cientos de libros, historias, frases, películas, llantos y anécdotas que giran entorno a las rupturas. La escritora Amalia Andrade, por su parte, lo expresó así: «Uno siempre cambia al amor de su vida por otro amor o por otra vida». Son, en definitiva, etapas que terminan y abren nuevas, pero hay un proceso de por medio que inevitablemente se atraviesa.
Las redes sociales y las rupturas
«Yo lo primero que hice, ni bien terminé con mi ex novio, fue bloquearlo a él y a todos sus amigos de las redes. Fue la forma que yo encontré para sentirme mejor durante el proceso de ruptura. Al año siguiente, cuando ya tenía todo superado, los desbloqueé y no me sentí mal ni nada», así lo vivió Agustina, una mendocina de 26 años.
Daniela Rago, licenciada de Psicopedagogía y relacionista pública, fue consultada por MDZ acerca de cómo las plataformas en línea influyen en dicho proceso: «Cuando vivimos a través de las redes sociales, el mejor duelo que uno puede hacer para elaborar una separación es tratar de interactuar cada vez menos, porque todo lo que uno vea puede hacerle mucho daño. Por eso muchos eligen bloquear por completo a la otra persona. Pero, incluso, hay quienes necesitan mirar qué está haciendo su expareja para elaborarlo, por más que sea muy duro».
Según la experta, aquellos que no optan por eliminar desde un principio a su antigua pareja de sus cuentas, suelen tener curiosidad por lo que hace el otro y ven constantemente su perfil, debido a la costumbre de haber estado durante mucho tiempo al tanto de su diaria. Luego, esto tienden a apaciguarse o, por el contrario, se acude a algún tipo de terapia para poder «soltar» dicho vínculo.
En el caso de Lucía, de 31 años, recordó a una pareja que tuvo años atrás; él no publicaba demasiado contenido e incluso señaló que, para ella, los hombres suelen ser más discretos con las redes. No obstante, su novia nueva sí posteaba bastantes fotos de ambos, el cual la joven bonaerense comenzó a buscar y ver con bastante frecuencia hasta que pudo superar esa situación.
«Las redes son herramientas. Cada uno sabe cómo utilizarlas, y depende de cómo quiere hacer, bien o mal, el duelo con su expareja. Es decir, el duelo no tiene que ver con cómo son las redes, sino con cómo se las utiliza. Si duele ver al otro, hay que cortar todo contacto», agregó la psicopedagoga.
Enviar un mensaje o llamar a alguien está a pocos clics de distancia. Pero, a su vez, existen plataformas como Instagram y Facebook que envían recordatorios de momentos pasados, como videos o fotos que uno publicó con una pareja anterior. Por lo tanto, se trata de un nuevo escenario al momento de encarar una ruptura amorosa.
Cada persona lo vive a su manera, en base a la intensidad de la relación y cómo se llevó adelante el desenlace. En el caso de Antonio, de 26 años, vivió su última ruptura de una manera tranquila sin verse afectado por las redes. No obstante, para Emilia, una joven pampeana de 23, fue más difícil no pensar en aquella persona ni querer ver sus fotos, sobre todo porque recibía sus mensajes constantemente.
Comenzar una nueva relación
Subir una imagen con su nuevo compañero, para Julieta, parece ser toda una odisea llena de nervios: «Me da culpa que mi ex novio o su familia me vean con mi pareja actual, así que intento que no les llegue ninguna publicación, por ejemplo, ocultándoles mis historias de Instagram». Ella fue quien decidió darle un punto y final a aquella relación que duró 4 años, y esta preocupación tiene como objetivo cuidar al otro.
«Acá se ve claramente esto que decía -analizó Rago-; las redes son herramientas de las que uno quiere cuidar o cuidarse. En este caso, es una forma de cuidar al otro, sumado a que las mujeres tendemos a ser más culposas». Frente a este panorama, a su vez, no pasó desapercibido el hecho de que los contenidos fácilmente pueden viralizarse y llegar a muchas personas, por lo que juega un rol muy importante el proteger qué publica cada uno.
Aún así, para la especialista, las plataformas en línea no marcan un cambio demasiado rotundo en lo que respecta al proceso de ruptura y su posterior duelo, y cada uno elige cómo utilizarlas. Lo que ahora se define como «stalkear» (que se puede entender como mirar detenidamente un perfil online), antes también ocurría a su manera: observar -quizás- a alguien en la vía pública, sacar conclusiones y hacer oír el chisme.